miércoles, 23 de noviembre de 2011

La selva de asfalto


Era una mañana agitada y, sobre las 8.30, un señor mayor de unos 80 años llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su pulgar. Apremiaba su atención por una cita que decía tener a las 9.00 am.
 
El doctor le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió examinar su herida. Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
 
Negó con la cabeza. Necesitaba ir al geríatrico para desayunar con su esposa. Tras la respuesta, el consiguiente interés por su salud: Le comentó que ella hacía tiempo que estaba allí, ya que padecía de Alzheimer.
 
Le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde y su respuesta fue que hacia tiempo que no sabía quién era él, que hacía cinco años que no podía ya reconocerlo. Entonces el doctor, sorprendido, le preguntó: 'Y usted, ¿sigue yendo cada mañana, aún cuando ella no sabe quién es?' Él sonrió y le dijo: "Ella no sabe quién soy, pero yo aún se quién es ella y la amo ." Al doctor se le erizó la piel y tuvo que contener las lágrimas mientras él señor se iba, y pensó: "Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida."
 
El Amor Verdadero no es físico, ni romántico. Es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no serás en la vida . La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor que pueden. Espero que compartas este mensaje con alguien a quien quieras, yo lo acabo de hacer. La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de saber cómo BAILAR BAJO LA LLUVIA!!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Juan Carlos II de España y V de Lituania

Alguien podrá pensar que esto es un alegato en favor de la monarquía... pues nada más lejos de la realidad.

Miren bien el título. Quizá ahora se den cuenta de que la primera impresión va dando lugar a un ilusionismo orquestado por una gran estrella, con el triunfo final en el campeonato de Europa de ba-lon-ces-to. Juan Carlos Navarro, II fue en el europeo que organizó España hace cuatro años, y ahora a su nombre se une la V de victoria en Lituania, junto al galardón a la Mayor Valía deportiva y Personal.

Además de pertenecer a una dinastía de campeones, reconocida como la mejor generación que ha dado este país, su palmarés alberga tanto el mundial en 2006, tras su triunfo en el imperio del sol naciente, como la doble hegemonía europea consecutiva que ostenta en la actualidad.

Si acaso un sueño queda por hacer realidad con su próxima participación olímpica... en la que puede que se destrone a los inalcanzables (hasta la fecha) jugadores americanos. La clave será basarnos en el juego de equipo por encima de las individualidades, ya que la suma de Calderón, Rubio, Rudy, Llull, Navarro, San Emeterio, Ibaka, Felipe y los Gasol, junto a unos cuantos elegidos más que se unirán al grupo, dará la combinación perfecta para hacerlo posible.

Iremos cargados con dinamita y si estalla la bomba no tendrán menos que nombrarles Lores en Londres. Pero eso es hablar de otra historia...

martes, 6 de septiembre de 2011

Esperanza: lo último que se pierde...

Bochornoso.

Así se podrían calificar los últimos devaneos de la educación madrileña.

Fijemos la atención, sin tomarlo como punto de partida porque la situación viene de mucho antes, en la convocatoria de oposiciones al cuerpo de docentes en primaria. Todos los esfuerzos de la administración han sido rectificar la cancelación para este año, un día después de su anuncio con el fin de recaudar las tasas de casi treinta euros por derechos a examen, y desplazar los procesos selectivos más allá del verano con el grave inconveniente para su desempeño que es  la vuelta a las aulas tras el fin del período estival..

Al ridículo número de plazas que salen a oferta pública se le suma la nueva valoración de los méritos, en la que incomprensiblemente pierde peso la experiencia docente y se excluye la formación. No imagino cómo se puede valorar la capacidad de un maestro con la exclusiva calificación de un examen... Es imposible que sea primando la parte práctica cuando ésta consiste en una serie de preguntas acerca de los ámbitos de estudio de la especialidad.

Por ésa y otras razones he decidido utilizar mi participación en el examen como medida de protesta por lo que está sucediendo aún a riesgo de añadir una dificultad más, unida a las que Esperanza Aguirre está llevando a cabo en su estrategia de extinción de lo público, a poder trabajar como maestro interino.

Esta es mi forma de promover un cambio necesario, al dejar de creer en ésta educación y no querer ser parte de un engranaje defectuoso empleado con fines de estratificación social. Así no merece la pena luchar desde dentro. La gente es lo último que pierdes, Esperanza, cuando ya no dejas nada.

viernes, 4 de febrero de 2011

Caballero...

Esta fue la palabra que escuché justo antes de llegar a mi destino, motivo por el cual ha surgido este relato.

Algo me hizo girar la cabeza... Quizá saber que debía ser yo quien se volviera.

Al volver la vista atrás un policía nacional me hace desandar mis pasos y comienza a interrogarme acerca de mi domicilio. Ante mi asombro y la presencia de sus cinco compañeros, me pide que deposite mis pertenencias en un banco cercano y otro de ellos le sugiere que podría pasar a cachearme.

Escucho que me veo envuelto en un reciente atraco con un coche estacionado a pocos metros y solicito una explicación de por qué me encuentro retenido. Un varón de metro noventa es el perfil del sospechoso y han decidido identificarme para realizar una comprobación rutinaria.

Lo primero que se me viene a la mente cuando me lo piden es si llevo encima la documentación, ya que muchas veces salgo a la calle sin ella. No tengo dudas de que la llevo porque me dirijo a la biblioteca a consultar mi correo electrónico, así que acudo aliviado a mi bolsillo para así evitar que se complique aún más la situación.

Quizá unas prácticas para jóvenes del cuerpo... Dos de ellos parecen recién salidos de la academia y les pasa desapercibido, permaneciendo oculto en el interior de mi chaqueta, un objeto sospechoso que se quedó en mi bolsillo y que, de haberlo encontrado, les habría ayudado a peinar la zona.

Ante tal disparate, una vez que dan por finalizada su labor y dicen que puedo marcharme, me acerco y les pregunto qué habría ocurrido si no hubiese escuchado la voz y hubiera seguido mi camino. Ahora soy yo el que pasa a hacer una comprobación...

Entre bromas comentan que habrían persistido en darme el alto llegando a mi altura, respuesta que a la par me satisfizo por tratarse de un agente y a la que me cuesta dar el margen de la duda.

Me pasaré por el lugar de los hechos a ver si sigue aparcado el automóvil en cuestión...

Aunque me alegra que no se encuentren de forma cotidiana situaciones policiales en la vía pública, crear un simulacro donde prima la enseñanza del agente por encima del respeto a las personas me parece denigrante.